El optimismo, ese sentimiento que a veces nos invade, después de alguna acción gratificante, que nos da energía y motivación para seguir adelante, pero que otras veces, nos abandona, nos deja a merced de su enemigo por naturaleza, el pesimismo.
Estos dos sentimientos, tiene un papel muy fundamental en la madurez de una persona, mas que en la madurez, en la vida en general, ya que si te invade alguno de ellos, tu punto de vista cambia, y por lo tanto cambia tu manera de llevar a cabo las acciones de la vida.
El Pesimismo por un lado, nos desanima, nos hacer ver las cosas de una manera muy negativa, nos hace pensar que jamas conseguiremos algo, que no seremos capaces de alcanzar nuestras metas, o sencillamente, que somos unos fracasados en la vida. Este sentimiento que anida hoy en día en los corazones de la gente, debido a la situación que vivimos, de dificultades económicas, que provocan ademas dificultades personales.
Este sentimiento, arruina muchas cosas, amistades, amores, estudios, relaciones... son demasiadas las cosas que destroza este sentimiento.
Por esto mismo, hoy en día, hay que sacar fuerzas de donde no las tengamos, echar a patadas de nuestro corazón a este enfermizo sentimiento, y abrirle las puertas al Optimismo.
El Optimismo, un gran aliado, en estos tiempos que corren, dichoso el que lo tiene de su lado. Y es que la sociedad, las personas, necesitan una gran dosis de este sentimiento. Hay que aprender a tenerlo de nuestro lado, porque con el la visión de los problemas cambia, y vemos mas rápido la solución de estos, ademas, somos mas felices y nos gratifica mucho mas el esfuerzo empleado en las tareas cotidianas. Es un sentimiento que todo el mundo debería tener en su vida.
Una sonrisa a tiempo, puede curar muchas mas heridas y puede ganar muchas batallas.
Un Saludo, y sed buenos!
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